El divorcio de extranjeros en España es una situación cada vez más frecuente debido a la creciente movilidad internacional. Sin embargo, la pregunta clave es: ¿qué ley se aplica en estos casos? La respuesta depende de distintos factores, como la residencia de los cónyuges, su nacionalidad y el país donde se inicia el procedimiento. En este artículo, explicamos en detalle las normativas nacionales y europeas que regulan estos divorcios, asegurando que los afectados entiendan sus derechos y opciones.
Competencia judicial: ¿Dónde se puede solicitar el divorcio?
El primer paso en un divorcio internacional es determinar cuál es el tribunal competente para tramitarlo. En la Unión Europea, el Reglamento (CE) nº 2201/2003, conocido como Bruselas II bis, establece los criterios para determinar qué tribunal tiene competencia en asuntos matrimoniales.
En España, los tribunales serán competentes si se cumple alguna de estas condiciones:
- Residencia habitual de ambos cónyuges en España.
- Última residencia habitual en España de los cónyuges, si uno de ellos sigue viviendo en el país.
- Residencia habitual del demandado en España.
- Residencia habitual del demandante en España durante al menos un año antes de la demanda.
- Residencia habitual del demandante en España durante al menos seis meses antes de la demanda, si es ciudadano español.
- Si ambos cónyuges tienen la nacionalidad española.
Estos criterios aseguran que el divorcio se tramite en un país con una conexión real con los cónyuges, evitando situaciones de «forum shopping», es decir, la búsqueda del tribunal más favorable.
Ley aplicable al divorcio de extranjeros en España
Una vez determinado el tribunal competente, el siguiente paso es establecer qué ley regirá el divorcio. Esta decisión está regulada por el Reglamento (UE) nº 1259/2010, conocido como Roma III, que permite a los cónyuges elegir de común acuerdo la ley aplicable a su divorcio.
Los cónyuges pueden escoger entre:
- La ley del país donde tienen su residencia habitual.
- La ley del país donde tuvieron su última residencia habitual, si uno de ellos aún vive allí.
- La ley de la nacionalidad de uno de los cónyuges.
- La ley del foro, es decir, la del país donde se lleva a cabo el proceso judicial.
Si no hay acuerdo entre los cónyuges, el divorcio se regirá por la ley del país:
- Donde tienen su residencia habitual al presentar la demanda.
- Donde tuvieron su última residencia habitual, si uno de ellos sigue viviendo allí.
- De la nacionalidad común de los cónyuges.
- Donde se presenta la demanda.
Esto significa que, aunque el divorcio se tramite en España, podría aplicarse la legislación de otro país si los cónyuges cumplen con los requisitos mencionados.
Reconocimiento de divorcios extranjeros en España
Otro aspecto clave del divorcio internacional es el reconocimiento de sentencias extranjeras en España. Gracias al Reglamento (CE) nº 2201/2003, los divorcios dictados en otros países de la Unión Europea son reconocidos automáticamente en España, sin necesidad de trámites adicionales.
Sin embargo, si el divorcio fue concedido en un país fuera de la UE, será necesario un procedimiento de exequatur, a través del cual los tribunales españoles verifican que la sentencia extranjera cumple con los principios del ordenamiento jurídico español.
¿Cómo afrontar un divorcio internacional en España?
El divorcio de extranjeros en España implica una serie de aspectos legales complejos que deben analizarse con detenimiento. Desde la determinación del tribunal competente hasta la elección de la ley aplicable, cada paso requiere un profundo conocimiento de la legislación nacional y europea.
Para evitar problemas legales y garantizar que los derechos de ambas partes estén protegidos, es fundamental contar con un abogado especializado en divorcios internacionales. Solo así se podrá asegurar un procedimiento adecuado y acorde con la normativa vigente.
Si te encuentras en esta situación, consulta con un profesional y evalúa todas las opciones disponibles para encontrar la mejor solución legal a tu caso.